Del 22 al 25 de septiembre se realizará en Salta un juicio contra Ezequiel Barraguirre, jugador de rugby del club local Gimnasia y Tiro, acusado de fracturar de una piña a Francisco Eduardo Granata, un jugador de Cardenales de Tucumán, durante un partido jugado en 2011.

El hecho resulta llamativo ya que las acciones que suceden en medio de un partido de cualquier deporte rara vez llegan a estrados judiciales, más allá de que la ley lo admite en casos en que la lesión haya sido provocada por una situación que no tenga que ver con el normal desarrollo del juego.

Sin embargo, Barraguirre llegará a juicio imputado por el delito de lesiones graves contra Granata ya que la imputación indica que, presuntamente, le propinó un golpe de puño al jugador tucumano, en el lado izquierdo de la mandíbula (se entiende, de manera intencional). En ese momento, la víctima fue trasladada al hospital San Bernardo debido a la abundante pérdida de sangre, donde se le diagnosticó doble fractura de maxilar inferior.

Lo que sucedió aquél 5 de junio 2011 en la cancha de Gimnasia en Limache, puede llegar a enmarcarse en aquella excepcionalidad que habilita la intervención judicial. Así, el juez de Garantías n° 2, Ignacio Colombo, estará encargado de dirigir la audiencia que se fijó en el marco del programa piloto de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA), implementado por la Corte de Justicia de la Provincia.